12 feb 2010

Dark side of the Viking

"Que decir de la vuelta de un loco, seguramente nadie lo esperaba,
lee este faso nuevo, para alegría y desgracia de los lectores.....
por favor después de esto empeza a leer cosas que valgan la pena"
el escritor de las 3 de la matina

Razón y libertad


Razón, a donde te llevaron,
Una cumbre de tontos, te robó tu lugar.
En cada publicidad, dicen viví la libertad a tu antojo.
En la altura del desenfrenó, Nadie clama un pensa.


Amor, en que página te guardaron,
Sólo le hacen tributo a la muerte.
Si el otro sufre, no me importa,
¡Mátenlos grita, un imbécil!.


¿A donde van tus llantos mujer?,
Insultan tus texturas, en silencio no respondes.
Seguís al paso de tortuga, por tu camino,
Con más fuerza, que cien hombres.


Tus termitas de publicidad,
Queman mis sentidos,
Igual mi aliento permanece vivo.
Tu fuego, se extingue con mi ideología.


Haces esclavos, con tu falsa agua,
Creas el instinto, de estar siempre sediento,
Pero existe sangre pura, dentro de mí.
Es la sangre de Jesús,
Que rompe las cadenas de tu mentira.


¿Querés, ser un esclavo?,
¿Querés, ser un androide?,
¿Vas a pensar, o a seguir comprando sin preguntar?.


Jesús te dio, la llave de la libertad,
¿ Te vas a dejar, oprimir?,
¿Tu libertad, tiene precio?,
por qué Jesús pago con su vida,
tu libertad, esa que te hace feliz.



La otra orilla


navegando en está vida.
con una mano, sobre el agua.
Sin rumbo fijo.
Veo tu sonrisa malévola, en el reflejo.


El oleaje se detiene.
Escuchó gritos de dolor,
El silencio se hace presente.
Aparecen publicidades tontas.


Llegó a una orilla oscura,
Veo rostros tristes,
Muecas de preocupación,
Dos personas se pelean, en medio de insultos.
Un nene toca la guitarra, pero nadie lo mira,
Su gorrita, está vacía,
En ese momento, le alcanzó las monedas que tengo.


Retumban disparos,
Al instante, corren ladrones y policías al este.
Una señora murmura, "que vallan a la silla eléctrica",
Una mujer, junta cartones con su beba en brazos,
Me observa con ojos suplicantes,
Muevo mi cabeza, negativamente y sigo mi camino.


Le pregunto a un hombre: ¿Dónde estoy?,
Me mira con miedo, y sigue de largo.
Alcanzó a otro transeúnte, que me ignora,
La frustración, se apodera de mi corazón.


¡Se me quiebra la garganta!,
al ver un pibe robando,
está totalmente, fuera de sí ,
Acompaño con mi rostro contraído, el soslayar de la empleada.


Escuchó una explosión.
Sostengo, mi vista en un crucifijo.
A mí alrededor, hay una batalla campal.
Todos tienen sus banderas,
Viajan insultos, al ritmo de los golpes,
Cierro los ojos, rezo para qué todo terminé,
Llueve, y todo se disipa.



fin

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