30 nov 2009

Grano Ñus: El espíritu canta devolvé la guita!!!!!!



El Noticiero Bloguero vuelve a demostrar, que las buenas new, se van para el tacho en los medios........ El amor es tan groso, que obra sin que las personas se den cuenta..........


Las noticias hablan por si mismas, pero las buenas acciones, resaltan como rayitos de amor, en el corazón, y se multiplican a más no poder.............................


Auspician:

Pérez con internet, con amor, y nada de guita. com

Tacheros, Radio TAXiMaranatha; te olvidas algo y te lo devolvemos con evangelio...

Un taxista encontró 130 mil pesos y los devolvió
Dos pasajeros olvidaron el dinero en el asiento trasero de su auto; a través de un DNI, logró ubicarlos y les entregó la plata; no recibió recompensa por su accionar
LA PLATA.- Fue la primera vez que Santiago Gori, taxista desde hace 31 años en esta ciudad, encontró en su vehículo 130 mil pesos y, pese a que su condición económica no es la mejor que pudiera tener, sin dudarlo los devolvió a su dueño.
El miércoles, a las 20.30, un matrimonio subió a su automóvil y le pidió que lo llevara a la intersección de 48 y 3. Una vez que lo pasajeros se bajaron en un lugar que el conductor no observó, una cuadra después del destino inicial, Gori continuó su recorrida por las calles platenses sin notar que en el asiento trasero había quedado una pequeña mochila. Fue la siguiente usuaria la que le advirtió que ese equipaje estaba allí olvidado.
Cuando el conductor lo revisó se encontró con fajas de dólares y pesos que, después se enteraría, sumaban 130 mil pesos.
Primero se asustó, según contó a LA NACION, pero luego, reconociendo que ese dinero no era suyo y poniéndose en el lugar de quien lo había perdido, revisó la mochila y allí encontró un documento de identidad con una dirección local.
Acompañado de su esposa y del más pequeño de sus hijos se acercó al lugar, que finalmente era la del primo de Carlos Tuniriello, el propietario del dinero. Se comunicó con él telefónicamente, facilitado por el familiar, porque ya estaba haciendo la denuncia del extravío en la comisaría 1a. de La Plata.
"Cuando lo llamé se quedó en silencio, como temeroso", recordó Gori, aunque ya en la seccional le dijo que "era un santo" y tanto él como el comisario le agradecieron por el gesto de honestidad que había tenido. Según le comentó Tuniriello, ese dinero provenía de la venta de una propiedad.
El taxista, vecino de Los Hornos, trabaja todos los días, desde los 18 años, en dos lugares distintos para llevar adelante la economía de su familia y la construcción de su propia vivienda. Al principio, complementaba su labor en el taxi con la conducción de un colectivo de línea. Aunque es muy frecuente que la gente olvide billeteras, contó, nunca le había pasado de hallar tanta cantidad. Por estos días, Gori trabaja paralelamente en el Sindicato de Camioneros platense.
Pese a que el Código Civil, en su artículo 2533, reconoce que el que encuentra una cosa perdida tiene derecho a una recompensa por ese hallazgo, a Gori no le importó no haber recibido una suma de dinero en gratitud. "Le juro que esa noche dormí tranquilo", le dijo a la cronista.
En Mérida
Un taxista devuelve 9.000 euros que habían dejado dentro de un sobre en su vehículo
Francisco Javier, de 40 años, casado y con dos hijas, es un extremeño que ejerce como conductor profesional desde hace 17 años y que se ha convertido en protagonista de una historia de civismo, a pesar de los tiempos de crísis, al devolver un sobre con 9.000 euros que una familia olvidó en su vehículo.
Francisco Javier asegura que no dudó un instante en entregar la cifra mencionada a sus propietarios, como en ocasiones anteriores ha hecho con "móviles y otras cosas" de menor valor que se han dejado más usuarios en su vehículo durante todos los años que lleva al frente del volante.
En declaraciones a Europa Press Televisión, Francisco Javier ha explicado que, la semana pasada, entregó a dos viajeros de avanzada edad el dinero olvidado en un sobre en el asiento trasero de su taxi. Según relató, "más de un millón de las antiguas pesetas", ya que pudo comprobar que la cantidad hallada oscilaba "entre los 6.000 y 9.000 euros".
Francisco Javier asegura que no dudó un instante en entregar la cifra mencionada a sus propietarios, como en ocasiones anteriores ha hecho con "móviles y otras cosas" de menor valor que se han dejado más usuarios en su vehículo durante todos los años que lleva al frente del volante.
Este conductor ha indicado que, ese día, tras realizar un servicio en una residencia de ancianos, y ya de vuelta en su casa, recibió la llamada de su hermano gemelo, quien también es taxista, advirtiéndole de que unos clientes habían contactado con radio taxi para saber si había aparecido dinero en su coche.
"Me dijo que buscase en mi coche, porque se habían quedado algún dinero, a ver si encontraba algo, y en efecto estaba el dinero en el asiento y el sobre abierto. Me fui a buscar a los clientes rápidamente, como he hecho en otros casos con móviles y otras cosas", ha añadido.
Cuando regresó a la vivienda de la madre y el hijo que habían requerido sus servicios esa misma mañana, comprobó lo 'encantados' que quedaron con su gesto, ya que se pusieron 'contentísimos' al ver de nuevo la cantidad olvidada en el taxi.
Este taxista asegura que volvería a actuar del mismo modo, ya que siempre ha devuelto cuanto ha encontrado en el interior de su taxi. "Sí, volvería a hacerlo", ha sentenciado.
Fuente: Terra.com.es


25 nov 2009

Qué Flash me mande = Jesús, toca la campana

Está inspiración que tuve, no es para joder a nadie, simplemente, se me presentó la canabis del espíritu, y bue, salió esto!!!! Sinceramente no me creo nadie para escribir. Pero sí creo que el señor usa mi papel y lápiz . Vale la pena, hacer un silencio, y capaz que el señor te regala algo bien piola!!!! Copaté y dejaté llenar por el humo transparente del espíritu de Dios!!!!!!!!!!!

Gracias atentamente!!!!!!! Mariano. Rolón.( alias el escritor de las 3 de la matina)


Jesús, toca la campana

Algunos, fueron mis amigos,
Otros, mis enemigos.


Algunos, me buscaron,
Otros, me persiguieron.

Algunos, me ayudaron,
Otros, me insultaron.


Algunos, creyeron en mis milagros,
Otros, decían es magia.

Algunos, se quedaron conmigo,
Otros, me abandonaron.


Me acusan, de no hacer nada, por los males de este mundo,
Mi respuesta es, los mandó a ustedes a resolverlos,
Pero es totalmente necesario, que le abran el corazón,
A mi espíritu que vive, en cada uno.

En su dolor, me echan la culpa,
Yo los abrazo, todo el tiempo,
En medio de la oscuridad,
No me ven, como los sostengo.


Gritan, que soy el responsable de sus problemas,
Son libres, de habérselos encontrado,
Yo les doy, la fuerza para superarlos,
¡Pero el pasó milagroso, es tuyo!.

¡Suena, siempre una campana,
Que es, la cultura del ateísmo, de muerte!,
Dame una oportunidad,
Escucha mi música en tu corazón,
Aunque sea, una sola vez,
Yo voy a estar siempre para escucharte...



Jesús de Nazareth

23 nov 2009

Un policía distinto = Otra locura personal




Te imaginas a un policía recintando!!!!


Flashea que use, las palabras y abandoné la cachiporra, por un rato jajajajja!!!!!


Esta es la historia del oficial González, en su declaración de amor, según él no tuvo éxito!!!!!...


En la esquina de una pizzeria, me encuentro con el oficial González, lo observo a los ojos, y descubro que algo no va bien. Se da cuenta, propinando un comentario, ¡Hoy me parece, que la pifie! Mejor dicho reboté como loco. Sin saber que decir, volví a interrogar ¿Esta todo dicho? ¿Queda algo, por hacer?.
Negativo, paso a contarte, todo lo que me paso frente a ella.......

El acta de amor, de un policía

En este día, decido hablarle
¡Hay un siniestro en mi corazón!
Que solo usted puede apagar.
Puede darse a la fuga, dejando un vacío en mí.

Comprenda, que es un crimen, no amarla,
Cuando sustrae, toda la alegría de mi ser,
No quiero incomodarla,
Pero no veo la hora de patrulla, para verla sonreír.
¿Qué tan afirmativo, es desarmarme de alma?,
¿Hay algo más negativo, que no tomar su mano a diario?.

Soy víctima, de su decisión,
Caigo preso de sus palabras,
Maté el rayo esperanzador, que sostengo,
Con su "no", a sangre fría.
Pero le imploro, no me dejé moribundo con un "no sé".

El hecho, es que este momento se hace eterno,
Estoy enloqueciendo, a pesar de estar de servicio,
Sepa que es con la única civil, que me sonrojo.
Me retiro, pero mi alma,
Se apega a usted.

Le obsequio mi gorra, en presente de mi amor,
No importa si me juzgan,
es más hermoso saber donde permanece.
No le pido nada a cambió, salvo su mirada...

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Pero anda a verla no te contesto................ Se fue corriendo después de lo que dije!!!!!!

19 nov 2009

Grano Ñus: Denunciando publicidad de Melitas(Bagley)


La publicidad apunta a quemarte la cabeza, con mensajes subliminales o explícitos.
El otro día, vi una publicidad de galletitas a la cual condenar:

Escena 1: están apretados en un ascensor, y dialogan una mina con un tipo
¿Cómo estas?
Bien, bien

Escena 2: aparece una chica corriendo, y se encuentra con un flaco totalmente cansado
¿Cómo estas?
Bien

Escena 3: transcurre en una oficina, charlan una mina con un pibe, ella interroga:
¿Cómo estas?
Bien, va en realidad no..........

Entonces habla un locutor, "EL MUNDO; NO ACEPTA OTRA RESPUESTA...
POR ESO MEJOR DEDÍCATE A ESTAR BIEN!!!!!
Y ahí venden el producto de sus galletitas. Terminan mostrando como se ríen los dos.........
¡Por favor basta de mentiras!. Déjame estar mal si quiero, la oferta es careteala, que no te pase nada.
Aunque sientas un vació de muerte, pone sonrisa de poker, y seguí adelante. Como si tu tristeza, fuera a desaparecer por que sí. ¿Dónde está el amor en esto?, ¿Esto soñó Jesús? Maldito marketing, Aparenta frente a los demás. Que nadie sepa como estas de verdad, hasta que aparezcas borracho, o golpeado contra la pared, de la vida.........

Flashes personales!!


Cosas que escribí, por el año pasado, en esos ataques de evangelio fluyendo por mi venas!!!!!!

soy mi peor crítico, pero esto anda rengo, en buen estado........ tacho y tacho..............



El camino oscuro

Un día el camino se volvió angosto,
A los costados nacían espinas grandes,
El centro estaba lleno de quebrantos y piedras.
Al horizonte, contemple una cueva.

La entrada tenía un aspecto triste,
Ya en su interior, no podía ver nada.
A cada paso, el miedo se apoderaba de mí,
El fuego de la desesperanza, comenzó a ahogarme.

Grité por ayuda, y en forma de tormenta,
Resonaron los murciélagos, por alrededor.
Me agache aturdido, pisando un charco de agua.
Empapado, el viento me helaba más.

Un rato después, el camino era intransitable.
Me agarré de la pared, con toda mi fuerza.
¡De pronto, sentí un escalofrío en mi piel,
tenía una serpiente a punto de herir mi alma!.

En un ataque de locura,
Suplique ayuda al cielo.
¡Enseguida, un brillo imponente, me atravesó!.
La serpiente cayó, llevándome con ella.

Vi el precipicio, creo que voy a morir.
Mi cuerpo, se desplomo en el aire,
Esperando el fin, recordé mi vida,
Pero algo me sostuvo, alejándome de la muerte.

Cuando me recobré,
Estaba sobre una alfombra, de pasto,
Al rato, apareció un hombre, extendiéndome su mano.
Él me dijo: ¡doy todo lo que tengo para salvarte!.

Siempre estuvo ahí conmigo,
Al estar tan ciego, no lo percibía,
Pero cuando lo llamé, me revelo su presencia.
Y sentí su amor, llenando cada célula de mi ser.

Lo reconocí, como los discípulos de Emaus,
Era Jesús en persona,
Puso su mano, sobre mi hombro, y desapareció.
Quedaron en mí corazón, sus palabras,
"ve y cuenta, lo que has visto y oído".


La fe otro corazón

En los fuegos de la desesperación,
Fe quédate conmigo.
Cuando el pecado, me acribilla,
Fe, se la piedra fundamental de mi ser.

Al caer, en la oscuridad,
Sos mi muro, de resistencia.
En la gran desolación ,
Llévame a las uñas de Cristo.

Cuando, me consuma, por la sed,
Cuando, mi corazón se vuelva roca,
Cuando, pierda mi vista,
hazme fiel, a la cruz.

Don maravilloso de Dios,
Multiplícate, por mis venas.
Deja mi alma, en silencio,
Mientras pasa, el rugido de la tormenta.


Ángel de Fe,
Guiame, con tus alas a Jesús.
Fundite, con mi pobreza,
Para ser un verdadero evangelio.

Mi casa, es donde está Jesús,
Y los aires, donde habita María.
Fe, sos el pórtico, de la puerta,
Que se abre, para ser abrazado por la luz..

18 nov 2009

Walt Whitman


Poeta escritor Yanky, me llama el flasheo, asi que un corte y una quebrada, para un grande

Walt Whitman


Para ti, ¡Oh, democracia!

Ven, yo haré el continente indisoluble
Crearé la raza más espléndida bajo el sol,
Haré tierras magnéticas y divinas,
Con el amor de los camaradas
Con el amor eterno de los camaradas

Plantaré el compañerismo tan espeso como
árboles junto a todos los ríos de
América, y junto a los grandes lagos
Y por todas las praderas,
Haré inseparables las ciudades, rodeándose
el cuello con los brazos,
Por el amor de los camaradas
Por el viril amor de los camaradas

¡Para ti mi canto, Oh Democracia
para servirte, ma femme!
¡Para ti, para ti, la melodía de mi canto!

A él, que fue crucificado

Mi espíritu para el tuyo, querido hermano,
Que no te importe que muchos, al
pronunciar tu nombre,
no te comprendan,
Te nombro con alegría, Oh camarada,
para saludarte y para saludar a los que
están contigo, desde entonces y desde
antes, y también aquellos que vendrán,
Para que todos trabajemos juntos
transmitiendo la misma carga y
herencia,
Nosotros, unos pocos iguales, indiferentes a
las tierras, indiferentes a las épocas,
Nosotros, que abarcamos todos los
continentes, todas las castas,
que permitimos toda teología,
Compasivos, perceptivos, comunicación
entre los hombres,
Caminamos silenciosos entre disputas y
afirmaciones, sin rechazar a los
disputantes ni lo que se afirma,
oímos el estrépito, el estruendo, de todas
partes nos llega división,
recriminaciones,
Se cierran, perentorios, para rodearnos,
camarada,
Sin embargo caminamos sin cadenas, libres,
por toda la tierra, viajando por todas
Partes hasta plasmar nuestra
imborrable marca sobre el tiempo y
las diversas eras,
Hasta que saturemos el tiempo y las eras
para que los hombres y las mujeres de
cualquier raza, en edades por venir,
puedan ser hermanos y amantes,
cual nosotros.

5 nov 2009

Khalil Gibran - 2 parte


Me complace seguir, mostrando los poemas, que se acercan a Dios, desde un aspecto no tan espíritual........ Frente a la bronca diaría, y la locura a flor de piel. ¡Una gotita de amor! para tu alma................


EL Maestro se refiere al valor de dar

A menudo se oye decir: "Daría gustoso
Lo que poseo, pero no a cualquiera. Solo a quien lo merezca".
Sin embargo no hablan así los árboles cargados de fruta
Ni los rebaños dispersos en la pradera.
De ellos tomen enseñanza: ellos dan para vivir.
Guardar es morir.
¿Quién merece que le demos? Todo ser
que recibe sus días y sus noches
merece recibir todo de ti,
puesto que quien se ha merecido beber el océano de la vida,
merece llenar su copa en tu mínima fuente.
Es mínimo lo que entregas, cuando lo que das
Lo vives con propiedad.
Cuando das verdaderamente, es cuando ofreces
algo de ti mismo.
Tus posesiones, ¿no son acaso la acumulación
De los temores de mañana?.
El miedo a la necesidad no es sino, la necesidad misma.
Acaso, ¿no es el temor a la sed, aun en un manantial,
aquello que hace a la sed insaciable?.
Quienes dan poco de lo abundante que poseen
y esperan reconocimiento en ese dar,
malogran los regalos.
Quienes teniendo poco, lo dan todo, creen en
la grandeza de la vida;
por eso su cofre siempre está lleno.
Dar con alegría: ése es el mayor tesoro.
Dar como el mirto que dispersa su perfume en el aire.
Dios habla a través de las manos de quienes dan
y desde la profundidad de sus ojos sonríe al mundo.
Para quien abre las manos, encontrar a quien recibe,
es vivir en la alegría de dar.
Acaso, ¿ hay algo que pueda guardarse?.
Da sin soberbia: es la vida quien da y tú eres
apenas su testigo o instrumento.
Recibe sin culpa: no cargues con el peso de la gratitud.
Ese yugo pesará sobre ti y sobre quien te da.
Elévate cuando recibas a las alas de quien te da.
No exageres la deuda: eso es falta de comprensión de la generosidad.
La generosidad tiene como padre a Dios
y como madre al libre corazón de la tierra.


El Profeta habla sobre la amistad


Los amigos son una respuesta a nuestras demandas.
La amistad es la tierra que siembras con amor
Y cosechas con agradecimientos;
es hogar y mesa donde llegar con hambre de compresión y sed de paz.
Cuando un amigo te hable francamente
no debes temer a tu propio "no"
ni debes detenerte ante cualquier "sí".
Cuando un amigo quede en silencio
Tu corazón debe oír el corazón de él.
En la amistad, todos los pensamientos
Y deseos renacen y se comparten con esperanza y alegría.
Y a la hora de la separación: no sufras.
Al separarte de un amigo, en su ausencia
Aquello que mas amas de él será más nítido;
Así como para el montañés,
la enorme montaña es más clara desde la llanura.
La amistad hace posible la consolidación del espíritu
y ninguno otro debe ser su fin.
Que lo mejor que tengas para ofrecer sea para un amigo.
Si él conoce, porque está a tu lado, el declinar de la balanza
que también participe del equilibrio y la bonanza.
No busques un amigo para "matar el tiempo"
Sino para vivir plenamente las horas.
El está para compartir tu vida y no tu vacío.
Permite que reine la risa, la ternura y la confianza.
En las pequeñas ofrendas de cada día,
los corazones hallan su sentido y sus alas.

4 nov 2009

Historias que se convierten en Noticias ( Grano Ñus q no es News)

Los noticieros venden que todo es más oscuro que la noche....
Muertes, asesinatos, odio como moneda de cambio!!!!!. Sinembargo debo decir, que husmeando en la red, encuentro historias rescatables. Que hasta en algún punto llegar a pasar desapercibidas.......
El amor está, solo hay que buscarlo!!!!!!!!!!!............

MILAGRO EN SAN JUAN

Niño de 6 años salva a su padre tras un accidente
El menor iba con su padre y volcaron con la camioneta. El hombre quedó gravemente herido, inconsciente y tirado en la ruta. Ante este panorama el niño, ensangrentado y vestido con el delantal de su jardín de infantes, salió a la ruta y buscó auxilio. Así salvó la vida de su papá.
Niño salva a su padre.
Sucedió en la ruta 20, a El Encón, un nene y su papá volcaron en su camioneta. El menor permanecía parado, serio y quieto, sólo movía su brazo para atraer la atención del conductor de la movilidad del diario. Al ver que el vehículo se detenía, comenzó a correr para pedir ayuda. Y una vez que vio que por fin alguien socorrería a su papá, recién entonces dejó la postura tensa y pensante, que lo hacía parecer un adulto, y largó el llanto, comenta hoy el Diario de Cuyo.
Axel, el nene, tenía un guardapolvo a cuadros celeste y blanco y cargaba una mochila. Parecía estar bien, salvo por un corte al costado de la frente, que había hecho que su cara se manchara con sangre.
Desesperado, gritó "¡mi papá!", sin dejar de mirar a su padre, Gustavo Videla, que seguía en el suelo, pero que comenzaba a moverse mientras el conductor del vehículo trataba de buscar ayuda frenando otros autos. Es que en la zona no hay señal de celular, por lo que parecía que el único modo de llamar a una ambulancia era llegar hasta el pueblo más cercano, dice el Diario de Cuyo.
"Quiero llegar a mi casa. Ahí mi mamá me va a limpiar la cara y vamos a ir a ver a mi papá. Mi casa está cerca", le decía a la persona desconocida que lo había encontrado en medio de la calle y que decidió acompañarlo mientras caminaba para no dejarlo solo. No había forma de convencerlo de que era más fácil que alguien lo llevara a su casa en vehículo, porque él pensaba que si caminaba, iba a llegar más rápido.
Unos cuantos autos se habían acercado adonde estaba su padre. Uno de ellos decidió ir a buscar asistencia médica. Pero la suerte jugó a favor: una ambulancia del Ministerio de Salud Pública pasó justo por el lugar indicado, en el momento indicado. Subió al hombre a una camilla y lo llevó hasta el hospital de Caucete, comenta el Diario de Cuyo.
Como deseaba, minutos más tarde, ya acompañado por su mamá y con la cara limpia, Axel volvió a pasar por el lugar donde había conseguido la ayuda para su padre. Esta vez iba a verlo al hospital, para reencontrarse con él. (Fuente: Diario de Cuyo)


Gemelos o mellizos encontrados
Los dos niños llegaron con aproximadamente diez días de vida, cálculo que realizaron los médicos por el estado del cordón umbilical. Además, se encontraban en buen estado de salud, poco habitual en los abandonados en la vía pública.
"Por lo general, cuando dejan tirado a un bebe en la calle, fue parido hace unas pocas horas. Eso, más la escasa ropa con la que están vestidos, hace que el cuadro sanitario en el que los encontramos sea muchas veces grave", dijo la especialista.
Lo curioso es que los niños, bautizados por las enfermeras del hospital como Ariel y Miguel, estaban bien alimentados, con prendas suficientes y envueltos en bolsas de nylon para protegerlos del frío, según dijo la neonatóloga. En ese mismo estado fueron rescatados por una pareja.
El sábado pasado, al rededor de las 20.30, Laura, de 17 años, caminaba rumbo a la casa de su novio, cuando la detuvo el llanto de un bebe. Sorprendida por no encontrar a ningún niño a la vista, se percató de que el llanto procedía de una bolsa de residuos. Un bebe de tan sólo días de vida pataleaba desconsolado.
Laura lo rescató de la basura y lo llevó a la casa de su novio Alejandro Ceccarini, a unas pocas cuadras del lugar. Mientras arropaban al recién nacido, llamaron al 911 para saber qué hacer con el pequeño.
La tardanza de los efectivos policiales hizo que Ceccarini saliera a la calle a esperarlos. En ese momento escuchó un segundo llanto que también provenía de una bolsa de basura. Extrañado, encontró un segundo niño, también recién nacido, idéntico al primero y muy cerca del anterior hallazgo.
Cuando finalmente los policías de la comisaría 1a. de San Justo llegaron al lugar trasladaron a los dos bebes al Hospital del Niño de San Justo. "No necesitaron ni oxígeno ni suero. Tampoco presentaban ninguna lesión externa. Se los notaba bien cuidados", dijo Vera.
La causa es investigada por la Unidad Funcional de Instrucción 2 del Departamento Judicial de San Justo.
"Lo que generalmente ocurre en los casos de abandono es que se realiza una investigación para hallar a algún familiar del bebe. Si no lograran contactar a nadie se pasa a la segunda etapa y se comienzan a realizar los trámites de adopción", explica Vera.
La médica precisó que mientras que la Justicia realice los trámites pertinentes, los dos bebes continuarán siendo atendidos en el hospital. "No es habitual que encuentren a algún familiar. Por lo general terminan siendo adoptados por alguna familia", contó Vera. Y ayer ya había varias interesadas. (Fuente: LaNación)


3 nov 2009

Madre Teresa de Calcuta



Madre Teresa de Calcuta
En este humilde y choto blog, me parece importante traer a la Madre Teresa; Ella con su luz abarca a todos con su inmenso amor por los humildes, intercede por todos desde el cielo, porque todos en algún punto del corazón somos pobres.............


LA FAMILIA"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz." -Madre Teresa, M.C.

LA MAYOR ENFERMEDAD"La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad." -Madre Teresa, M.C.

COMO TRABAJAR"Haz las cosas pequeñas con gran amor" -Madre Teresa, M.C

FIDELIDAD antes que Exito"Dios no pretende de mi que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel." Madre Teresa de Calcuta

DE LA ORACION A LA PAZ: El fruto del silencio es la oraciónEl fruto de la oración es la feEl fruto de la fe es el amorEl fruto del amor es el servicioEl fruto del servicio es la paz -Madre Teresa, M.C.

AUTENTICIDAD"Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros."

EN LA MUERTE"En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño."

LA POBREZA "Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor." -Madre Teresa, M.C.
Una vez un crítico le sugirió que haría mas para terminar con la pobreza si enseñara a pescar en vez de dar el pescado. Ella respondió: "Las personas que yo ayudo no se valen por si mismas, no se pueden parar. No pueden sostener la caña. Yo les daré el alimento y después se los enviaré a usted para que usted les enseñe a pescar".

UNA GOTA EN EL OCEANO"Sé bien y lo saben cada una de mis hermanas, que lo que realizamos es menos que una gota en el océano. Pero si la gota le faltase, el océano carecería de algo." -Madre Teresa, M.C.

EL AMOR"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler." -Madre Teresa, M.C., al recibir el Premio Nobel de la Paz.

UNA SONRISA
Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón, conserva nuestro buen humor, guarda nuestra alma en paz, vigoriza la salud, embellece nuestro rostro e inspira buenas obras. Sonriamos a los rostros tristes, tímidos, enfermos, conocidos, familiares y amigos. Sonriámosle a Dios con la aceptación de todo lo que El nos envié y tendremos el merito de poseer la mirada radiante de su rostro con su amor por toda la eternidad. Las palabras de Cristo son muy claras, pero debemos entenderlas como una realidad viviente, tal como El las propuso. Cuando El habla de hambre, no habla solamente del hambre de pan, sino hambre de amor, hambre de ser comprendido, de ser querido. El experimentó lo que es ser rechazado porque vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron. Y El conoció lo que es estar solo, abandonado, y no tener a nadie suyo. Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas en todo el mundo destruyendo hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solamente un cuarto con techo, pero el anhelo de ser aceptado, de ser tratado con compasión, y que alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado. -Madre Teresa, M.C.

DE TODAS MANERAS
Las personas son irrazonables, ilógicas y centradas en si mismas,AMALAS DE TODAS MANERAS
Si haces el bien, te acusarán de tener motivos egoístas,HAZ EL BIEN DE TODAS MANERAS
Si tienes éxito ganarás falsos y verdaderos enemigos,TEN EXITO DE TODAS MANERAS
El bien que hagas se olvidará mañana,HAZ EL BIEN DE TODAS MANERAS
La honestidad y la franqueza te hacen vulnerable,SE HONESTO Y FRANCO DE TODAS MANERAS
Lo que te tomó años en construir puede ser destruido en una noche,CONSTRUYE DE TODAS MANERAS
La gente de verdad necesita ayuda pero te podrían atacar si lo haces,AYUDALES DE TODAS MANERAS
Dale al mundo lo mejor que tienes y te patearán en los dientes,DALE AL MUNDO LO MEJOR QUE TIENES DE TODAS MANERAS

ORACION PARA APRENDER A AMAR
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

ORACION PARA SONREIR Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostrosonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.Que mis ojos sonrían diariamentepor el cuidado y compañerismode mi familia y de mi comunidad.Que mi corazón sonría diariamentepor las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamentecon la alegría y regocijo de tus trabajos.Que mi rostro dé testimonio diariamentede la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.

PABLO NERUDA : Poemas


Neruda al escribir no la caretea, eso lo volvió único, cualquiera se indentifica, con su corazón puesto en su lapicera. ojalá que te cubra de inspiración. sus poemas a continuación:

Me gustas cuando callas...
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
Emerges de las cosas, llena del alma mía,
Y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
Claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Eres toda de espumas...
Eres toda de espumas delgada y ligeras
Y te cruzan los besos y te riegan los días.
Mi gesto, mi ansiedad cuelgan de tu mirada.
Vaso de resonancias y de estrellas cautivas.
Estoy cansado, todas las hojas caen, mueren.
Caen, mueren los pájaros. Caen, mueren las vidas.
Cansado, estoy cansado. Ven, anhélame, víbrame.
Oh, mi pobre ilusión, mi guirnalda encendida!
El ansia cae, muere. Cae, muere el deseo.
Caen, mueren las llamas en la noche infinita.
Fogonazo de luces, paloma de gredas rubias,
Líbrame de esta noche que acosa y aniquila.
Sumérgeme en tu nido de vértigo y caricia.
Anhélame. Retiéneme.
La embriaguez a la sombra florida de tus ojos, las caídas, los triunfos, los saltos de la fiebre.
Ámame, ámame, ámame.
De pie te grito! Quiéreme.
Rompo mi voz gritándote y hago horarios de fuego en la noche preñada de estrellas y lebreles.
Rompo mi voz y grito. Mujer, ámame, anhélame.
Mi voz arde en los vientos, mi voz que cae y muere.
Cansado. Estoy cansado. Huye. Aléjate. Extínguete.
No aprisiones mi estéril cabeza entre tus manos.
Que me crucen la frente los látigos del hielo.
Que mi inquietud se azote con los vientos atlánticos.
Huye, aléjate, extínguete. Mi alma debe estar sola.
Debe crucificarse, hacerse astillas, rodar, verterse, contaminarse sola, abierta a la marea de los llantos, ardiendo en el ciclón de las furias, erguida entre los cerros y los pájaros, aniquilarse, exterminarse sola, abandonada y única como un faro de espanto.

Tiranía
Oh dama sin corazón, hija del cielo
auxíliame en esta solitaria hora
con tu directa indiferencia de arma
y tu frío sentido del olvido.
Un tiempo total como un océano,
una herida confusa como un nuevo ser
abarcan la tenaz raíz de mi alma
mordiendo el centro de mi seguridad,
Qué espeso latido se cimbra en mi corazón
como una ola hecha de todas las olas,
y mi desesperada cabeza se levanta
en un esfuerzo de salto y de muerte.
Hay algo enemigo temblando en mi certidumbre,
creciendo en el mismo origen de las lágrimas
como una planta desgarradora y dura
hecha de encadenadas hojas amargas.
Tu risa
Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entra tu risa
sube el cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.
Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.
Junto al mar otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.
Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.

PABLO NERUDA (PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1971)

La humildad del maestro, con la sinceridad de los grandes. En su corazón reinan la preocupación por los pueblos americanos, y no el premio de los suecos y los giles criticos literatura!!!!

Discurso pronunciado con ocasión de la entrega del Premio Nobel de Literatura (1971):

Mi discurso será una larga travesía, un viaje mío por regiones, lejanas y antípodas, no por eso menos semejantes al paisaje y a las soledades del norte. Hablo del extremo sur de mi país. Tanto y tanto nos alejamos los chilenos hasta tocar con nuestros limites el Polo Sur, que nos parecemos a la geografía de Suecia, que roza con su cabeza el norte nevado del planeta.
Por allí, por aquellas extensiones de mi patria adonde me condujeron acontecimientos ya olvidados en sí mismos, hay que atravesar, tuve que atravesar los Andes buscando la frontera de mi país con Argentina. Grandes bosques cubren como un túnel las regiones inaccesibles y como nuestro camino era oculto y vedado, aceptábamos tan sólo los signos más débiles de la orientación. No había huellas, no existían senderos y con mis cuatro compañeros a caballo buscábamos en ondulante cabalgata -eliminando los obstáculos de poderosos árboles, imposibles ríos, roqueríos inmensos, desoladas nieves, adivinando mas bien el derrotero de mi propia libertad. Los que me acompañaban conocían la orientación, la posibilidad entre los grandes follajes, pero para saberse más seguros montados en sus caballos marcaban de un machetazo aquí y allá las cortezas de los grandes árboles dejando huellas que los guiarían en el regreso, cuando me dejaran solo con mi destino. Cada uno avanzaba embargado en aquella soledad sin márgenes, en aquel silencio verde y blanco, los árboles, las grandes enredaderas, el humus depositado por centenares de años, los troncos semi-derribados que de pronto eran una barrera más en nuestra marcha. Todo era a la vez una naturaleza deslumbradora y secreta y a la vez una creciente amenaza de frío, nieve, persecución. Todo se mezclaba: la soledad, el peligro, el silencio y la urgencia de mi misión. A veces seguíamos una huella delgadísima, dejada quizás por contrabandistas o delincuentes comunes fugitivos, e ignorábamos si muchos de ellos habían perecido, sorprendidos de repente por las glaciales manos del invierno, por las tormentas tremendas de nieve que, cuando en los Andes se descargan, envuelven al viajero, lo hunden bajo siete pisos de blancura.
A cada lado de la huella contemplé, en aquella salvaje desolación, algo como una construcción humana. Eran trozos de ramas acumulados que habían soportado muchos inviernos, vegetal ofrenda de centenares de viajeros, altos cúmulos de madera para recordar a los caídos, para hacer pensar en los que no pudieron seguir y quedaron allí para siempre debajo de las nieves. También mis compañeros cortaron con sus machetes las ramas que nos tocaban las cabezas y que descendían sobre nosotros desde la altura de las coníferas inmensas, desde los robles cuyo último follaje palpitaba antes de las tempestades del invierno. Y también yo fui dejando en cada túmulo un recuerdo, una tarjeta de madera, una rama cortada del bosque para adornar las tumbas de uno y otro de los viajeros desconocidos.
Teníamos que cruzar un río. Esas pequeñas vertientes nacidas en las cumbres de los Andes se precipitan, descargan su fuerza vertiginosa y atropelladora, se tornan en cascadas, rompen tierras y rocas con la energía y la velocidad que trajeron de las alturas insignes: pero esa vez encontramos un remanso, un gran espejo de agua, un vado. Los caballos entraron, perdieron pie y nadaron hacia la otra ribera. Pronto mi caballo fue sobrepasado casi totalmente por las aguas, yo comencé a mecerme sin sostén, mis pies se afanaban al garete mientras la bestia pugnaba por mantener la cabeza al aire libre. Así cruzamos. Y apenas llegados a la otra orilla, los baqueanos, los campesinos que me acompañaban me preguntaron con cierta sonrisa:
¿Tuvo mucho miedo?
Mucho. Creí que había llegado mi última hora, dije.
Íbamos detrás de usted con el lazo en la mano me respondieron. -Ahí mismo –agregó uno de ellos– cayó mi padre y lo arrastró la corriente. No iba a pasar lo mismo con usted. Seguimos hasta entrar en un túnel natural que tal vez abrió en las rocas imponentes un caudaloso río perdido, o un estremecimiento del planeta que dispuso en las alturas aquella obra, aquel canal rupestre de piedra socavada, de granito, en el cual penetramos. A los pocos pasos las cabalgaduras resbalaban, trataban de afincarse en los desniveles de piedra, se doblegaban sus patas, estallaban chispas en las herraduras: más de una vez me vi arrojado del caballo y tendido sobre las rocas. La cabalgadura sangraba de narices y patas, pero proseguimos empecinados el vasto, el espléndido, el difícil camino.
Algo nos esperaba en medio de aquella selva salvaje. Súbitamente, como singular visión, llegamos a una pequeña y esmerada pradera acurrucada en el regazo de las montañas: agua clara, prado verde, flores silvestres, rumor de rios y el cielo azul arriba, generosa luz ininterrumpida por ningún follaje.
Allí nos detuvimos como dentro de un círculo mágico, como huéspedes de un recinto sagrado: y mayor condición de sagrada tuvo aun la ceremonia en la que participé. Los vaqueros bajaron de sus cabalgaduras. En el centro del recinto estaba colocada, como en un rito, una calavera de buey. Mis compañeros se acercaron silenciosamente, uno por uno, para dejar unas monedas y algunos alimentos en los agujeros de hueso. Me uní a ellos en aquella ofrenda destinada a toscos Ulises extraviados, a fugitivos de todas las raleas que encontrarían pan y auxilio en las órbitas del toro muerto. Pero no se detuvo en este punto la inolvidable ceremonia. Mis rústicos amigos se despojaron de sus sombreros e iniciaron una extraña danza, saltando sobre un solo pie alrededor de la calavera abandonada, repasando la huella circular dejada por tantos bailes de otros que por allí cruzaron antes. Comprendí entonces de una manera imprecisa, al lado de mis impenetrables compañeros, que existía una comunicación de desconocido a desconocido, que había una solicitud, una petición y una respuesta aún en las más lejanas y apartadas soledades de este mundo.
Más lejos, ya a punto de cruzar las fronteras que me alejarían por muchos años de mi patria, llegamos de noche a las últimas gargantas de las montañas. Vimos de pronto una luz encendida que era indicio cierto de habitación humana y, al acercarnos, hallamos unas desvencijadas construcciones, unos destartalados galpones al parecer vacíos. Entramos a uno de ellos y vimos, al calor de la lumbre, grandes troncos encendidos en el centro de la habitación, cuerpos de árboles gigantes que allí ardían de día y de noche y que dejaban escapar por las hendiduras del techo ml humo que vagaba en medio de las tinieblas como un profundo velo azul. Vimos montones de quesos acumulados por quienes los cuajaron a aquellas alturas. Cerca del fuego, agrupados como sacos, yacían algunos hombres. Distinguimos en el silencio las cuerdas de una guitarra y las palabras de una canción que, naciendo de las brasas y la oscuridad, nos traía la primera voz humana que habíamos topado en el camino. Era una canción de amor y de distancia, un lamento de amor y de nostalgia dirigido hacia la primavera lejana, hacia las ciudades de donde veníamos, hacia la infinita extensión de la vida.
Ellos ignoraban quienes éramos, ellos nada sabían del fugitivo, ellos no conocían mi poesía ni mi nombre. O lo conocían, nos conocían? El hecho real fue que junto a aquel fuego cantamos y comimos, y luego caminamos dentro de la oscuridad hacia unos cuartos elementales. A través de ellos pasaba una corriente termal, agua volcánica donde nos sumergimos, calor que se desprendía de las cordilleras y nos acogió en su seno.
Chapoteamos gozosos, cavándonos, limpiándonos el peso de la inmensa cabalgata. Nos sentimos frescos, renacidos, bautizados, cuando al amanecer emprendimos los últimos kilómetros de jornadas que me separarían de aquel eclipse de mi patria. Nos alejamos cantando sobre nuestras cabalgaduras, plenos de un aire nuevo, de un aliento que nos empujaba al gran camino del mundo que me estaba esperando. Cuando quisimos dar (lo recuerdo vivamente) a los montañeses algunas monedas de recompensa por las canciones, por los alimentos, por las aguas termales, por el techo y los lechos, vale decir, por el inesperado amparo que nos salió al encuentro, ellos rechazaron nuestro ofrecimiento sin un ademán. Nos habían servido y nada más. Y en ese "nada más" en ese silencioso nada más había muchas cosas subentendidas, tal vez el reconocimiento, tal vez los mismos sueños.

Señoras y Señores:
Yo no aprendí en los libros ninguna receta para la composición de un poema: y no dejaré impreso a mi vez ni siquiera un consejo, modo o estilo para que los nuevos poetas reciban de mí alguna gota de supuesta sabiduría. Si he narrado en este discurso ciertos sucesos del pasado, si he revivido un nunca olvidado relato en esta ocasión y en este sitio tan diferentes a lo acontecido, es porque en el curso de mi vida he encontrado siempre en alguna parte la aseveración necesaria, la fórmula que me aguardaba, no para endurecerse en mis palabras sino para explicarme a mí mismo.
En aquella larga jornada encontré las dosis necesarias a la formación del poema. Allí me fueron dadas las aportaciones de la tierra y del alma. Y pienso que la poesía es una acción pasajera o solemne en que entran por parejas medidas la soledad y la solidaridad, el sentimiento y la acción, la intimidad de uno mismo, la intimidad del hombre y la secreta revelación de la naturaleza. Y pienso con no menor fe que todo esta sostenido -el hombre y su sombra, el hombre y su actitud, el hombre y su poesia en una comunidad cada vez más extensa, en un ejercicio que integrará para siempre en nosotros la realidad y los sueños, porque de tal manera los une y los confunde. Y digo de igual modo que no sé, después de tantos años, si aquellas lecciones que recibí al cruzar un vertiginoso río, al bailar alrededor del cráneo de una vaca, al bañar mi piel en el agua purificadora de las más altas regiones, digo que no sé si aquello salía de mí mismo para comunicarse después con muchos otros seres, o era el mensaje que los demás hombres me enviaban como exigencia o emplazamiento. No sé si aquello lo viví o lo escribí, no sé si fueron verdad o poesía, transición o eternidad los versos que experimenté en aquel momento, las experiencias que canté más tarde.
De todo ello, amigos, surge una enseñanza que el poeta debe aprender de los demás hombres. No hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo que somos. Y es preciso atravesar la soledad y la aspereza, la incomunicación y el silencio para llegar al recinto mágico en que podemos danzar torpemente o cantar con melancolía; mas en esa danza o en esa canción están consumados los más antiguos ritos de la conciencia: de la conciencia de ser hombres y de creer en un destino común.
En verdad, si bien alguna o mucha gente me consideró un sectario, sin posible participación en la mesa común de la amistad y de la responsabilidad, no quiero justificarme, no creo que las acusaciones ni las justificaciones tengan cabida entre los deberes del poeta. Después de todo, ningún poeta administró la poesía, y si alguno de ellos se detuvo a acusar a sus semejantes, o si otro pensó que podría gastarse la vida defendiéndose de recriminaciones razonables o absurdas, mi convicción es que sólo la vanidad es capaz de desviarnos hasta tales extremos. Digo que los enemigos de la poesía no están entre quienes la profesan o resguardan, sino en la falta de concordancia del poeta. De ahí que ningún poeta tenga más enemigo esencial que su propia incapacidad para entenderse con los más ignorados y explotados de sus contemporáneos; y esto rige para todas las épocas y para todas las tierras.
El poeta no es un "pequeño dios". No, no es un "pequeño dios". No está signado por un destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros menesteres y oficios. A menudo expresé que el mejor poeta es el hombre que nos entrega el pan de cada día: el panadero más próximo, que no se cree dios. Él cumple su majestuosa y humilde faena de amasar, meter al horno, dorar y entregar el pan de cada día, con una obligación comunitaria. Y si el poeta llega a alcanzar esa sencilla conciencia, podrá también la sencilla conciencia convertirse en parte de una colosal artesanía, de una construcción simple o complicada, que es la construcción de la sociedad, la transformación de las condiciones que rodean al hombre, la entrega de la mercadería: pan, verdad, vino, sueños. Si el poeta se incorpora a esa nunca gastada lucha por consignar cada uno en manos de los otros su ración de compromiso, su dedicación y su ternura al trabajo común de cada día y de todos los hombres, el poeta tomará parte en el sudor, en el pan, en el vino, en el sueño de la humanidad entera. Sólo por ese camino inalienable de ser hombres comunes llegaremos a restituirle a la poesía el anchuroso espacio que le van recortando en cada época, que le vamos recortando en cada época nosotros mismos.
Los errores que me llevaron a una relativa verdad, y las verdades que repetidas veces me condujeron al error, unos y otras no me permitieron -ni yo lo pretendí nunca- orientar, dirigir, enseñar lo que se llama el proceso creador, los vericuetos de la literatura. Pero sí me di cuenta de una cosa: de que nosotros mismos vamos creando los fantasmas de nuestra propia mitificacion. De la argamasa de lo que hacemos, o queremos hacer, surgen más tarde los impedimentos de nuestro propio y futuro desarrollo. Nos vemos indefectiblemente conducidos a la realidad y al realismo, es decir, a tomar una conciencia directa de lo que nos rodea y de los caminos de la transformación, y luego comprendemos, cuando parece tarde, que hemos construido una limitación tan exagerada que matamos lo vivo en vez de conducir la vida a desenvolverse y florecer. Nos imponemos un realismo que posteriormente nos resulta más pesado que el ladrillo de las construcciones, sin que por ello hayamos erigido el edificio que contemplábamos como parte integral de nuestro deber. Y en sentido contrario, si alcanzamos a crear el fetiche de lo incomprensible (o de lo comprensible para unos pocos), el fetiche de lo selecto y de lo secreto, si suprimimos la realidad y sus degeneraciones realistas, nos veremos de pronto rodeados de un terreno imposible, de un tembladeral de hojas, de barro, de libros, en que se hunden nuestros pies y nos ahoga una incomunicación opresiva.
En cuanto a nosotros en particular, escritores de la vasta extensión americana, escuchamos sin tregua el llamado para llenar ese espacio enorme con seres de carne y hueso. Somos conscientes de nuestra obligación de pobladores y -al mismo tiempo que nos resulta esencial el deber de una comunicación critica en un mundo deshabitado y, no por deshabitado menos lleno de injusticias, castigos y dolores, sentimos también el compromiso de recobrar los antiguos sueños que duermen en las estatuas de piedra, en los antiguos monumentos destruidos, en los anchos silencios de pampas planetarias, de selvas espesas, de ríos que cantan como sueños. Necesitamos colmar de palabras los confines de un continente mudo y nos embriaga esta tarea de fabular y de nombrar. Tal vez ésa sea la razón determinante de mi humilde caso individual: y en esa circunstancia mis excesos, o mi abundancia, o mi retórica, no vendrían a ser sino actos, los más simples, del menester americano de cada día. Cada uno de mis versos quiso instalarse como un objeto palpable: cada uno de mis poemas pretendió ser un instrumento útil de trabajo: cada uno de mis cantos aspiró a servir en el espacio como signos de reunión donde se cruzaron los caminos, o como fragmento de piedra o de madera con que alguien, otros que vendrán, pudieran depositar los nuevos signos.
Extendiendo estos deberes del poeta, en la verdad o en el error, hasta sus últimas consecuencias, decidí que mi actitud dentro de la sociedad y ante la vida debía ser también humildemente partidaria. Lo decidí viendo gloriosos fracasos, solitarias victorias, derrotas deslumbrantes. Comprendí, metido en el escenario de las luchas de América, que mi misión humana no era otra sino agregarme a la extensa fuerza del pueblo organizado, agregarme con sangre y alma, con pasión y esperanza, porque sólo de esa henchida torrentera pueden nacer los cambios necesarios a los escritores y a los pueblos. Y aunque mi posición levantara o levante objeciones amargas o amables, lo cierto es que no hallo otro camino para el escritor de nuestros anchos y crueles países, si queremos que florezca la oscuridad, si pretendemos que los millones de hombres que aún no han aprendido a leernos ni a leer, que todavía no saben escribir ni escribirnos, se establezcan en el terreno de la dignidad sin la cual no es posible ser hombres integrales.
Heredamos la vida lacerada de los pueblos que arrastran un castigo de siglos, pueblos los más edénicos, los más puros, los que construyeron con piedras y metales torres milagrosas, alhajas de fulgor deslumbrante: pueblos que de pronto fueron arrasados y enmudecidos por las épocas terribles del colonialismo que aún existe.
Nuestras estrellas primordiales son la lucha y la esperanza. Pero no hay lucha ni esperanza solitarias. En todo hombre se juntan las épocas remotas, la inercia, los errores, las pasiones, las urgencias de nuestro tiempo, la velocidad de la historia. Pero, qué sería de mí si yo, por ejemplo, hubiera contribuido en cualquiera forma al pasado feudal del gran continente americano? Cómo podría yo levantar la frente, iluminada por el honor que Suecia me ha otorgado, si no me sintiera orgulloso de haber tomado una mínima parte en la transformación actual de mi país? Hay que mirar el mapa de América, enfrentarse a la grandiosa diversidad, a la generosidad cósmica del espacio que nos rodea, para entender que muchos escritores se niegan a compartir el pasado de oprobio y de saqueo que oscuros dioses destinaron a los pueblos americanos.
Yo escogí el difícil camino de una responsabilidad compartida y, antes de reiterar la adoración hacia el individuo como sol central del sistema, preferí entregar con humildad mi servicio a un considerable ejército que a trechos puede equivocarse, pero que camina sin descanso y avanza cada día enfrentándose tanto a los anacrónicos recalcitrantes como a los infatuados impacientes. Porque creo que mis deberes de poeta no sólo me indicaban la fraternidad con la rosa y la simetría, con el exaltado amor y con la nostalgia infinita, sino también con las ásperas tareas humanas que incorporé a mi poesía.
Hace hoy cien años exactos, un pobre y espléndido poeta, el más atroz de los desesperados, escribió esta profecía: A l’aurore, armés d’une ardente patience, nous entrerons aux splendides Villes. (Al amanecer, armados de una ardiente paciencia entraremos en las espléndidas ciudades.)
Yo creo en esa profecía de Rimbaud, el vidente. Yo vengo de una oscura provincia, de un país separado de todos los otros por la tajante geografía. Fui el más abandonado de los poetas y mi poesía fue regional, dolorosa y lluviosa. Pero tuve siempre confianza en el hombre. No perdí jamás la esperanza. Por eso tal vez he llegado hasta aquí con mi poesía, y también con mi bandera.
En conclusión, debo decir a los hombres de buena voluntad, a los trabajadores, a los poetas, que el entero porvenir fue expresado en esa frase de Rimbaud: solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres.
Así la poesía no habrá cantado en vano.